Nuestros sexos dormidos

¿Sabes cuándo te encuentras entre el mundo de los sueños y a lo que llamamos “realidad”? ¿En ese limbo en que eres esencia de ti mismo, no mientes, se esfuman la razón, las convenciones sociales e incluso tu propia moral ha desaparecido? Tu mente está en una especie de trance, divagando entre el inconsciente, los deseos y sucumbiendo a la voluntad de tu cuerpo. Pues en ese momento fue cuando me encontré con su piel y su calor. Continuar leyendo «Nuestros sexos dormidos»

El rencor

Me despierto solo. En el espacio donde te encontraba cada mañana sólo hallo vacío. No recordaba lo frías que pueden llegar a estar las sábanas de mi cama. Ya no me ahogo en tu pelo como cuando mi cuerpo buscaba tu calor, esas cosquillas en mi nariz, en mi rostro… se me está olvidando cómo me calmaba tu olor, ni siquiera mis almohadas lo retienen ya. Continuar leyendo «El rencor»

Mi momento microondas

Parto de la premisa que ella no es mía y, por lo tanto, no es algo que pueda ni deba controlar. Hace tiempo que aprendí que mi jaula de oro tendría que mantener siempre la puertecita abierta para que, si este bello pájaro se queda dentro, sea porque así lo desea no porque lo mantenga encerrado. Cuando la conocí, la conocí libre y esta libertad es uno de sus rasgos fundamentales y, por ellos, es por lo que me enamoré de ella. Prefiero amarla y perderla libre que poseerla encadenada porque, entonces, eso no sería amar. Continuar leyendo «Mi momento microondas»

Nosotras ya sabíamos cómo iba terminar la noche

“Que yo esté pachucha no implica que tú tengas que quedarte encerrado en casa, con uno que pringue ya es suficiente, sal y pásatelo bien.” Todo ha empezado, bueno, mejor dicho todo empezó ayer con esta frase que me dijo mi pareja y por lo que decidí finalmente ir a la cena a la que me había invitado una desconocida con la que tenía contacto por Facebook. Continuar leyendo «Nosotras ya sabíamos cómo iba terminar la noche»

Me acordaré toda la vida de ese 1 de junio de 2015

El portal de su casa queda justo a la mitad de la cuadra así que, viniera yo por donde viniera, desde que girara la esquina hasta llegar hasta ella, recorrería varios metros que estaba convencido de que se me antojarían eternos… Y así fue. Continuar leyendo «Me acordaré toda la vida de ese 1 de junio de 2015»