
Me he dado cuenta de que el poliamor no es algo nuevo, un amor diferente al amor «normal» o, en definitiva, al amor; ¡es simplemente amor genuino! Amar no se trata de poseer a alguien sino todo lo contrario, respetar sus deseos, anhelos, inquietudes, su libertad, valorar todo ello y disfrutar de la esencia de la persona que amamos porque de ello es de lo que nos hemos enamorado, ¿no? Entonces, ¿para qué una palabra nueva para algo que ya existe? ¿Será que la palabra nueva la tendríamos que «inventar» para etiquetar aquello que, aunque nos hayan estado contando lo contrario toda nuestra vida, realmente no es amor?
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